José Granados Fernández
@JoseGranadosF

Distante 57 kilómetros de La Arenosa, el proyecto de 100 viviendas que el Fondo Adaptación y su contratista Comfenalco Valle dejan perder en Santo Tomás pese a estar en riesgo $3.895 millones, en el municipio de Manatí sucede algo similar con otras 111 casas que debían estar habitadas por damnificados de la tragedia invernal del sur del Atlántico, que este mes cumple 8 años.

Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias hallaron que, en la vía al corregimiento de Carreto, el proyecto de vivienda Nuevo Manatí es hoy otra obra inconclusa en la que entidades oficiales como el Fondo Adaptación no responden por los dineros públicos. El contrato para esta obra fue por 4.786 millones de pesos que se están perdiendo.

La ruta contractual indica que, al igual que en otros proyectos inconclusos en el Atlántico, Fondo Adaptación contrató a la caja de compensación Comfenalco Valle y esta entidad subcontrató al Consorcio Nuevo Manatí, cuyo representante legal es Jaime Corredor. Las obras debieron terminar en junio de 2016.

La incumplida construcción afecta a uno de los pueblos más pobres del Atlántico, pues Manatí, con un 57%, tiene el cuarto porcentaje más alto de Necesidades Básicas Insatisfechas; en cuanto a los daños registrados tras el rompimiento del terraplén de Santa Lucía, la tarde del 30 de noviembre de 2010, el censo de la Gobernación del Atlántico concluyó que 11.937 personas resultaron afectadas, es decir el 79,9% de los manatieros, además de que 2.760 viviendas fueron destruidas o averiadas por la enorme inundación, entre otros daños.

Por todo el sufrimiento y las angustias que significó para ellos la tragedia invernal, damnificados como Wilson Guerrero, quien se gana la vida como mototaxista, no admiten más demoras. Con su esposa y su hijo adolescente, Guerrero espera la vivienda que le adjudicaron para reemplazar la que perdió por la inundación, pero él y los restantes 110 beneficiarios han recibido noticias poco halagadoras:

“Un arquitecto nos dijo que las casas no se habían terminado por falta de recursos, pero resulta que nosotros averiguamos y no es eso, es otra casa: la plata como que ha cogido otro rumbo, según lo que nosotros averiguamos. Entonces, ellos no dicen eso, sino que es falta de recursos”, expresó Guerrero.

Su desesperanza está relacionada con que, mientras en el terreno destinado para construir las casas hoy solo apastan caballos y burros, todo está paralizado.

Tres años después de comenzar la construcción, el avance de las obras del proyecto Nuevo Manatí, según informe del Fondo Adaptación que reposa en la Gobernación del Atlántico, apenas llega al 46%. La mayoría de las casas que lograron edificar están sin techo; allí también se observan a la intemperie un gran número de armazones de parrillas de hierro en los que no alcanzaron a fundir el concreto de las paredes. El óxido corroe la millonaria inversión.

La inexplicable demora, que suena a burla para con los damnificados, mantiene decepcionado a Freddy Niño, también mototaxista que trabaja de sol a sol de lunes a lunes: “Dijeron que en diciembre las entregaban, pues ya estamos en diciembre prácticamente, llevan tres años en la construcción y nada… miren cómo están”.

En los alrededores del fallido proyecto de vivienda es evidente que el incumplimiento del Fondo Adaptación podría alterar el orden público en Manatí, porque quienes necesitan casa están pensando en invadirlo:

“Esas casas están prácticamente abandonadas y aquí hay personas que las necesitan, tanto nosotros los manatieros como también familias que han venido de Venezuela por la crisis y necesitan una vivienda”, dijo Yairene Olivo.

Al realizar el fin de semana la reportería para este informe, Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias fueron testigos del primer intento de invasión que fue bloqueado por un grupo de policías motorizados.

Para que se pronunciara sobre lo que está sucediendo, llamamos y le escribimos a la alcaldesa de Manatí, Kelly Paternina, Partido Conservador, pero no respondió ningún mensaje.